La Fontaine Cuvier.

 

La Fontaine Cuvier, en la Rue Linné.

¡Qué mala suerte!, justo cuando me decido ir a ver la Fontaine Cuvier, en la confluencia de la Rue Linné, Rue Lacépéde y Rue Cuvier, me encuentro que ésta está en proceso de restauración.
Pero qué vasmos a hacer estas cosas pasan así que no se asusten hoy a ver estas fotos que no muestran la belleza de esta hermosa fuente situada en frente del Jardin des Plantes y del Museo Nacional de la Historia Natural de París.

El cocodrilo de la fontaine George Cuvier.

La fuente se compone, como pueden ver, de un basamento semicircular de unos tres metros de altura con el remate de una cornisa de estilo dórico y un friso en fondo del follaje sobre el que están, en relieve, las cabezas de un león, un perro, un lobo, un zorro, un buey, un carnero y algunas más.

Preparada con los aparejos necesarios para su restauración.

Sobre la mitad norte de globo terrestre se apoya la estatua una Diosa de la Naturaleza sentada junto un león que asoma por su izquierda. La diosa mantiene derecha sobre su mano izquierda unas tablas en las que reza el lema de George Cuvier, «Rerum cognoscere causas» (Conocer las causas de las cosas) que proviene de un poema de Virgilio.

Un cocodrilo, una foca, serpientes, peces y algunos otros animales se arrastran sobre la misma cornisa. Un gran nicho semicircular sirve de fondo al grupo de los animales. Dos columnas jónicas acanaladas con capiteles enrollados a modo de los cuernos de Amón enmarcan el escenario y sostienen un entablamento en el que se puede leer el texto «A George Cuvier». La clave de bóveda de la escena está representada por un águila que tira fuertemente de un cordero con sus garras.

De la boca de la serpiente emana el agua de París.

El friso, las columnas y los elementos intecolumnios fueron realizados por el escultor Pierre-Jules Pomateau.
Aunque el monumento está realizado totalmente en piedra, en la parte inferior del basamente vemos tres planchas de bronce de donde nacen tres cabezas de serpiente de cuyas bocas mana el agua de la fuente. Esta fuente fue construida en 1840 sobre el diseño del arquitecto Alphonse Vigoreux inspector de aguas de la ciudad de París, quien decide reemplazar la antigua Fuente de Saint-Victor por esta más moderna en homenaje al naturalista George Cuvier.

Georges Léopold Chrétien Frédéric Dagobert Cuvier, Barón de Cuvier, nació en Montbéliard el 23 de agosto de 1769 y murió en París a la edad de sesenta y dos años.

Vista lateral de la fuente con un primer plano del león.

Fue un reconocido naturalista y el primer gran promotor de la anatomía comparada y de la paleontología. Ocupó diferentes puestos de importancia en la educación nacional francesa en la época de Napoleón y tras la restauración de los Borbones.
Fue nombrado profesor de anatomía comparada del Museo Nacional de Historia Natural de Francia, en París.
Cuvier fue el primer naturalista en clasificar el reino animal desde el punto de vista estructural o morfológico.

Vista de la parte superior de la fuente.

Cuvier defendió el principio según el cual, teniendo en cuenta los datos proporcionados por la anatomía comparada, los animales debían ser agrupados en cuatro planes estructurales de organización (embranchements): vertebrados, moluscos, articulados y radiados.
Cada uno de estos grupos se definía por una disposición particular de los sistemas esenciales, entre los cuales se encontraban, fundamentalmente, los núcleos vitales, a saber, el cerebro y el aparato circulatorio.
La repercusión de su actividad científica fue tal que Gustave Eiffel decidió incluir su nombre entre los científicos que están escritos en el friso de la primera planta de la misma Torre Eiffel.
Como curiosidad hay que decir que el escultor se permitió algunas licencias artísticas que no reflejan la realidad. El caso más señalado es el giro del cuello que hace la estatua del cocodrilo, giro que es imposible que se pueda producir en la realidad ya que la morfología de este anfibio no se lo permite.