Tras la Iglesia de Saint Germain des Pres nos encontramos un pequeño jardín a cielo abierto en el que las parejas vienen a contarse sus amores y las madres traen a sus hijos para que correteen entre las piedras de la milenaria abadía ya desaparecida.
Allí, casi a la entrada del mismo nos encontramos con un pequeño monumento, un busto que el español Pablo Picasso dedicó a Dora Maar, una de las innumerables compañeras que gran artista tuvo durante su agitada vida amorosa.
La obra de Picasso fue bautizada con el título de “La Poesía”, y fue esculpida y posteriormente ofrecida a la Ciudad de París por el artista en homenaje a la memoria de Guillaume Apollinaire, un amigo de su juventud. El bronce original fue inaugurado en 1959, robado por la noche del 30 al 31 de marzo 1999 y luego reemplazado en 2002.
Picasso y Dora se encontraron y conocieron muy cerca de aquí. Él ya tenía de compañera sentimental a Marie- Thérèse Walter y, por entonces, Picasso era ya un artista célebre y ella una joven fotógrafa ferviente partidaria de la revolución surrealista que sacude Saint Germain des Prés. Dora sigue a Picasso hasta su taller muy próximo de la Rue des Grands Augustins y es la primera en fotografiarlo en creación plena.
Esta es su historia.